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Después de la cena, convierte las sobras de pavo en un caldo lleno de sabor, mezclándolo con vegetales y hierbas. Tendrás unas 8 tazas de delicioso caldo de pavo, perfecto para congelar y hacer sopas.
Incluso como invitada a una cena de Thanksgiving, siempre espero secretamente que alguien me ofrezca llevarme las sobras para poder hacer este caldo. En efecto, soy la persona que se lleva los huesos a casa. No me entristece decirlo.
¿Y por qué no hacerlo, si puedes sacarle la última gota de sabor a ese pavo de Thanksgiving? El caldo de pavo sirve para hacer sopas increíbles, como la Sopa de fideos y sobras de pavo, pero también puede usarse en lugar del caldo de pollo en todas tus recetas favoritas.
Table of Contents
Ingredientes
De un vistazo: En esta foto puedes ver los ingredientes que vas a necesitar para esta receta.
Para ver las cantidades específicas, por favor ve a la ficha de la receta, abajo.
Notas sobre los ingredientes
- Sobras de pavo: Mete el esqueleto del pavo en la olla. Si no cabe completo, córtalo en unas 4 o 5 piezas con tijeras de cocina o un cuchillo.
- Vísceras: Puedes añadir el corazón y las mollejas al caldo, pero no uses el hígado para este propósito (puedes guardarlo para otra receta).
- Agua fría: Siempre debes comenzar con agua fría. Esto mantiene el caldo transparente, en vez de turbio. La cantidad de agua y el tiempo que va a hervir ayuda a determinar la intensidad del sabor del producto final.
- Verduras: Algunos cocineros o cocineras guardan pedacitos de vegetales sobrantes y con eso hacen el caldo. Yo prefiero hacerlo con vegetales frescos y usar los restos para hacer composta.
- Hierbas y especias: Un “sachet” es un nombre elegante para referirnos a una mezcla de hierbas y especias en un pedazo de tela (manta de cielo) amarrado con un cordel. En este caso, la mezcla consiste en ramitas de perejil y de tomillo frescos, pimienta entera y hojas de laurel. Puedes añadir dientes de ajo (opcional). También puedes usar un infusor de té o una bolsa de té rellenable (desechable). Usamos este tipo de empaque para que después sea sencillo sacar estos ingredientes del caldo. Sin embargo, puedes añadirlos directamente a la olla, pues de todas formas al final vamos a colarlo.
Instrucciones paso a paso
- En una cacerola con tapa u olla grande a fuego alto añade los restos de pavo y cúbrelo con agua fría (ver nota 3). En cuanto hierva el agua, reduce la temperatura a baja. Retira la espuma de la superficie.
- Añade cebolla, zanahoria, apio y sal. Si quieres, amarra en un sachet unas ramitas de perejil y tomillo frescos, ajo, hojas de laurel y pimienta entera negra o añade los ingredientes directamente a la olla. Deja que hierva muy suavemente (las burbujas deberían romper apenas la superficie, a intervalos irregulares) hasta que el pavo libere todo su sabor, mínimo 1 hora y máximo 4 horas. Mientras más hierva un caldo, más sabor tendrá.
- Cuela el caldo con un colador de malla fina o con manta de cielo. Colócalo en un recipiente hondo grande y deja que se enfríe. Cúbrelo y refrigéralo durante la noche.
- Al día siguiente, retira la grasa solidificada en la superficie y tírala. Divide el caldo en contenedores que puedas meter al congelador. No los llenes hasta el tope, deja al menos 1.5 cm porque se expande. Etiqueta y congela o bien, refrigéralo por hasta 4 días.
Consejos y modificaciones de la receta
- Porciones: Esta receta rinde unas 8 tazas de caldo de pavo.
- Almacenamiento: Refrigera el caldo de pavo en un recipiente cerrado por hasta 4 días.
- Para congelar: Divide el caldo en contenedores que puedas meter al congelador. No los llenes hasta el tope, deja al menos 1.5 cm porque se expande. Etiqueta y congela. Antes de usarlo, descongélalo en el refrigerador una noche.
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Ingredientes
- 1 esqueleto y sobras de pavo
- 12 tazas de agua fría (ver nota 3)
- 1 cebolla mediana pelada y partida en dos
- 1 zanahoria grande pelada y cortada en trozos grandes (ver nota 4)
- 1 tallo de apio cortado en pedazos grandes
- 1 cucharada de sal
Para el sachet (ver nota 5)
- 6 ramitas de perejil fresco
- 1 ramita de tomillo fresco
- 2 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharadita de pimienta negra entera
Instrucciones
- En una cacerola con tapa u olla grande a fuego alto añade los restos de pavo y cúbrelo con agua fría (ver nota 3).
- En cuanto hierva el agua, reduce la temperatura a baja. Retira la espuma de la superficie.
- Añade cebolla, zanahoria, apio y sal a la olla. Si quieres, amarra en un sachet unas ramitas de perejil y tomillo frescos, ajo, hojas de laurel y pimienta entera negra o añade los ingredientes directamente a la olla (ver nota 5).
- Deja que hierva muy suavemente (las burbujas deberían romper apenas la superficie, a intervalos irregulares) hasta que el pavo libere todo su sabor, mínimo 1 hora y máximo 4 horas. Mientras más hierva un caldo, más sabor tendrá.
- Cuela el caldo con un colador de malla fina o con manta de cielo. Colócalo en un recipiente hondo grande y deja que se enfríe. Cúbrelo y refrigéralo durante la noche.
- Al día siguiente, retira la grasa solidificada en la superficie y tírala. Divide el caldo en contenedores que puedas meter al congelador. No los llenes hasta el tope, deja al menos 1.5 cm porque se expande. Etiqueta y congela o bien, refrigéralo por hasta 4 días.
Notas
- Sobras de pavo: Mete el esqueleto del pavo en la olla. Si no cabe completo, córtalo en unas 4 o 5 piezas con tijeras de cocina o un cuchillo.
- Vísceras: Puedes añadir el corazón y las mollejas al caldo, pero no uses el hígado para este propósito (puedes guardarlo para otra receta).
- Agua fría: Siempre debes comenzar con agua fría. Esto mantiene el caldo transparente, en vez de turbio. La cantidad de agua y el tiempo que va a hervir ayuda a determinar la intensidad del sabor del producto final.
- Verduras: Algunos cocineros o cocineras guardan pedacitos de vegetales sobrantes y con eso hacen el caldo. Yo prefiero hacerlo con vegetales frescos y usar los restos para hacer composta.
- Hierbas y especias: Un “sachet” es un nombre elegante para referirnos a una mezcla de hierbas y especias en un pedazo de tela (manta de cielo) amarrado con un cordel. En este caso, la mezcla consiste en ramitas de perejil y de tomillo frescos, pimienta entera y hojas de laurel. Puedes añadir dientes de ajo (opcional). También puedes usar un infusor de té o una bolsa de té rellenable (desechable). Usamos este tipo de empaque para que después sea sencillo sacar estos ingredientes del caldo. Sin embargo, puedes añadirlos directamente en el caldo, pues de todas formas al final vamos a colarlo.
- Porciones: Esta receta rinde unas 8 tazas de caldo de pavo casero.
- Almacenamiento: Refrigera el caldo de pavo en un recipiente cerrado por hasta 4 días.
- Para congelar: Divide el caldo en contenedores que puedas meter al congelador (yo uso frascos de vidrio de 16 onzas). No los llenes hasta el tope, deja al menos 1.5 cm porque se expande. Etiqueta y congela. Descongélalo en el refrigerador una noche antes de usarlo.