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Aprende a asar chiles y pimientos en el horno o en la estufa. Este método funciona para pimientos, chiles poblanos, jalapeños serranos y más.
Los chiles asados están en la base de la cocina mexicana. Algunos se preparan al carbón, como los poblanos, para hacer rajas, que se pueden comer con queso, en una gordita, en tacos o simplemente envueltas en una tortilla. Otros chiles se ponen al fuego para controlar su picor y se usan para hacer salsas de todos tipos, cada una deliciosa.
Al asar los chiles y pimientos sus azúcares naturales se acentúan. El fuego suaviza su textura y los hace irresistibles. En esta receta te mostraré cómo asarlos a fuego directo (en la hornilla de la estufa o en un asador sobre carbón) y también en el horno.
Table of Contents
Notas sobre los ingredientes
- Pimientos vs. Chiles: Los pimientos y los chiles en realidad pertenecen al mismo género, Capsicum. Sólo que, convencionalmente, les llamamos “chiles” a los que pican: jalapeños, serranos, habaneros, etcétera, y “pimientos” a los dulces. La palabra “pimiento” se relaciona, de hecho, con la pimienta, porque Cristóbal Colón creyó que los chiles pertenecían al género Piper. Pero estaba equivocado. Este proceso sirve para asar tanto chiles como pimientos.
Instrucciones paso a paso
- En la estufa: Prende la hornilla de la estufa de gas a fuego alto. Con pinzas de metal, coloca los pimientos o /chiles directamente sobre la flama hasta que la piel comience a carbonizarse y se le formen ampollas, pero no dejes que se haga ceniza. Voltéalos ocasionalmente, unos 2 o 3 minutos. O ásalos sobre carbón muy caliente o una parrilla de gas entre 3 y 5 minutos.
- En el horno con la función para asar (o broil, en inglés): Coloca la rejilla del horno tan cerca como sea posible a la fuente de calor (arriba) y precaliéntalo a la temperatura más alta. Cubre una charola de hornear con papel de aluminio para facilitar la limpieza. Acomoda los pimientos o chiles en una sola capa sobre el papel de aluminio. Ásalos hasta que la piel se carbonice y se le hagan ampollas pero sin que llegue a hacerse ceniza, volteándolos seguido, entre 5 y 10 minutos.
- En el horno: Precalienta el horno a 400 ℉. Cubre una charola de hornear con papel de aluminio para facilitar la limpieza. Acomoda los pimientos o chiles en una sola capa sobre el papel de aluminio. Hornea hasta que la piel se carbonice y se le hagan ampollas pero sin que llegue a hacerse ceniza, volteándolos ocasionalmente, entre 30 y 40 minutos.
- Transfiere los chiles a un recipiente hondo y cúbrelo bien con plástico de cocina. Deja que la piel comience a desprenderse y espera a que la temperatura baje para poderlos manipular con las manos, unos 10 minutos.
- Con guantes o una toalla de cocina, quita cuidadosamente la piel carbonizada. Deja el tallo y las semillas intactos si así lo requiere tu receta; si no es el caso, quítalos.
- Saca las semillas para rellenar el chile: Con un cuchillo pequeño, parte cada chile a lo largo, del tallo a la punta. Deja sin cortar 1.5 cm tanto arriba como abajo. Deja el tallo intacto y saca las semillas y las membranas (este proceso también se conoce como “desvenar”). Limpia el chile por dentro con una toalla limpia húmeda y seca bien.
- Para cortar el chile en rajas: Corta cada chile a lo largo y ábrelo para que quede completamente plano. Corta el tallo. Desprende y saca las semillas y las membranas. Corta en tiras a lo largo o pícalo como desees.
Consejos y modificaciones de la receta
- Porciones: Esta receta rinde 1 libra de chiles asados, pero puede ajustarse fácilmente a la cantidad deseada.
- Almacenamiento: Guarda los chiles asados en un recipiente cerrado y refrigéralos por hasta 1 semana. Puedes congelarlos por hasta 1 año.
- Para congelar: Después de asar y pelar, espera a que se enfríen por completo. Transfiérelos a un contenedor adecuado para congelar. Etiquétalo con nombre y fecha. Para usar, descongélalos la noche anterior en el refrigerador.
- El vapor es la clave: Envolver los chiles asados en plástico de cocina (e incluso meterlos en una bolsa de plástico resellable) hace toda la diferencia. Cuando los chiles “sudan”, su piel se arruga y se separa, lo que facilita el proceso de pelarlos. Si la piel no se desprende fácilmente, frota con una toalla de cocina limpia o una toalla desechable.
- Ponte los guantes: Definitivamente recomiendo usar guantes de cocina resistentes al calor para asar y pelar chiles, aunque también puedes usar guantes desechables de vinilo, sólo para pelar). Hay chiles que pican mucho y hay que tenerlo en mente. Por alguna razón, siempre termino rascándome la cara cuando manejo chiles sin guantes y pueden imaginarse el resultado. Para ahorrarte molestias, te aconsejo que no cometas el mismo error.
- ¿Con o sin semillas?: Una vez que termines de asar los chiles puedes dejarlos como están, con semillas, o quitárselas. Depende de lo que requiera la receta que estés preparando. Normalmente se reduce el picor si los desvenas. Para rellenarlos, los necesitas enteros; pero también puedes picarlos y añadirlos a sopas, ensaladas, sándwiches o hacer salsa.
- Carbón pero no ceniza: Los chiles deben carbonizarse pero no dejes que se vuelvan ceniza. No importa que el tallo se queme, pero preserva la carne dulce debajo de la piel transparente que la cubre y que es la que vas a retirar después.
- El tiempo de cocción puede variar: debes prestar mucha atención a los chiles cuando estén asándose. Según el tamaño, pueden necesitar más o menos tiempo.
- Sustituto de chile verde de lata: Puedes asar, pelar y picar chile jalapeño en lugar de comprarlo en lata.
Preguntas frecuentes sobre esta receta
Asar cualquier vegetal, incluidos los chiles y pimientos, realza su sabor y añade un rico sabor ahumado.
Cuando asas chiles, la piel se vuelve más fácil de desprender, pero no siempre es necesario. No obstante, pelarlos mejora su textura y algunas recetas lo requieren, como las rajas mexicanas.
Recetas sabrosas con chilies y pimientos
Cómo Asar Chiles y Pimientos
Ingredientes
- 1 libra de chiles o pimientos (ver nota 1)
Instrucciones
En la estufa:
- Prende la hornilla de la estufa de gas a fuego alto. Con pinzas de metal, coloca los chiles directamente sobre la flama hasta que la piel comience a carbonizarse y se formen ampollas, pero no dejes que se haga ceniza. Voltéalos ocasionalmente, unos 2 o 3 minutos. O ásalos sobre carbón muy caliente o una parrilla de gas entre 3 y 5 minutos.
- Transfiérelos a un recipiente hondo y cúbrelo bien con plástico de cocina. Deja que la piel comience a desprenderse y espera a que la temperatura baje para poderlos manipular con las manos, unos 10 minutos.
- Con guantes o una toalla de cocina, quita cuidadosamente la piel carbonizada. Deja el tallo y las semillas intactos si así lo requiere tu receta; si no es el caso, quítalos.
En el horno con la función para asar (broil):
- Coloca la rejilla del horno tan cerca como sea posible a la fuente de calor (arriba) y precaliéntalo a la temperatura más alta. Cubre una charola de hornear con papel de aluminio para facilitar la limpieza. Acomoda los pimientos o chiles en una sola capa sobre el papel de aluminio.
- Ásalos hasta que la piel se carbonice y se le hagan ampollas pero sin que llegue a hacerse ceniza, volteándolos seguido, entre 5 y 10 minutos.
- Transfiérelos a un recipiente hondo y cúbrelo bien con plástico de cocina. Deja que la piel comience a desprenderse y espera a que la temperatura baje para poderlos manipular con las manos, unos 10 minutos.
- Con guantes o una toalla de cocina, quita cuidadosamente la piel carbonizada. Deja el tallo y las semillas intactos si así lo requiere tu receta; si no es el caso, quítalos.
En el horno:
- Precalienta el horno a 400 ℉. Cubre una charola de hornear con papel de aluminio para facilitar la limpieza. Acomoda los pimientos o chiles en una sola capa sobre el papel de aluminio.
- Hornea hasta que la piel se carbonice y se le hagan ampollas pero sin que llegue a hacerse ceniza, volteándolos ocasionalmente, entre 30 y 40 minutos.
- Transfiérelos a un recipiente hondo y cúbrelo bien con plástico de cocina. Deja que la piel comience a desprenderse y espera a que la temperatura baje para poderlos manipular con las manos, unos 10 minutos.
- Con guantes o una toalla de cocina, quita cuidadosamente la piel carbonizada. Deja el tallo y las semillas intactos si así lo requiere tu receta; si no es el caso, quítalos.
Saca las semillas para rellenar el chile:
- Con un cuchillo pequeño, parte cada chile a lo largo, del tallo a la punta. Deja sin cortar 1.5 cm tanto arriba como abajo. Deja el tallo intacto y saca las semillas y las membranas (este proceso también se conoce como “desvenar”). Limpia el chile por dentro con una toalla limpia húmeda y seca bien.
Para cortar el chile en rajas:
- Corta cada chile a lo largo y ábrelo para que quede completamente plano. Corta el tallo. Desprende y saca las semillas y las membranas. Corta en tiras a lo largo o pícalo como desees.
Notas
- Pimientos vs. Chiles: Los pimientos y los chiles en realidad pertenecen al mismo género, Capsicum. Sólo que, convencionalmente, les llamamos “chiles” a los que pican: jalapeños, serranos, habaneros, etcétera, y “pimientos” a los que son dulces. La palabra “pimiento” se relaciona, de hecho, con la pimienta, porque Cristóbal Colón creyó que los chiles pertenecían al género Piper. Pero estaba equivocado. Este proceso sirve para asar tanto chiles como pimientos.