Pela las manzanas si así lo prefieres. Colócalas sobre una tabla de cortar, de manera vertical, y córtalas a la mitad.
Coloca cada mitad con la parte cortada hacia abajo y vuelve a cortar a la mitad, para obtener 4 cuartos de manzana.
Coloca cada cuarto de manzana con el centro hacia abajo, que quede plana, y corta el centro. Corta cada cuarto en rebanadas delgadas (o puedes picarlas fino o cortarlas en cubos, como gustes).
Video
Notes
Tamaño uniforme: Si bien, para esta publicación específicamente, muestro rebanadas en gajo, también puedes usar esta técnica para picar, picar finamente o cortar en cubitos la manzana. Como sea que la cortes, el objetivo es tener pedazos uniformes, para que se cocinen parejo (si es necesario) o se vean ordenadas.
Comprar manzanas: Elige las que sean firmes al tacto y que no tengan manchas, magulladuras ni puntos cafés. La piel debe verse brillante, no opaca. Las manzanas pequeñas duran más que las grandes y las manzanas para tarta duran más que las dulces.
Lavar: Lava y seca las manzanas en cuanto las lleves a casa.
Almacenamiento: Puedes guardar las manzanas limpias y sin cortar por semanas en el refrigerador. Las manzanas cortadas y en un recipiente hermético duran en el refrigerador entre 3 y 5 días (en cuanto las cortes comenzarán a ponerse cafés). Si planeas congelar manzanas para cocinarlas en el futuro, primero pélalas y córtalas. Puedes congelarlas por hasta 3 meses.
Para que las manzanas no se pongan cafés: Sumerge las manzanas cortadas en una solución de 2 tazas de agua + ¼ de cucharadita (tsp.) de sal por 5 minutos; luego enjuágalas y guárdalas (esto evita la oxidación por entre 5 y 7 días) También puedes remojar las manzanas rebanadas en algún refresco de sabor limón como 7Up o Sprite por 10 minutos; cuélalas y guárdalas (evitará la oxidación por entre 2 y 3 días.