La birria no es lo mismo sin esta salsa, una salsa roja muy sencilla que lleva jitomate, tomatillo, chile serrano y chile de árbol. Y, además, es una receta perfecta que puedes usar para acompañar muchas otras comidas.
1/8cucharadita deorégano mexicanoen polvo (ver nota 4)
Sal
Instructions
Hierve 3 ¾ litros de agua. Añade jitomates, tomatillos, chile serrano y de árbol, y ajo. Deja que hierva hasta que estén bien cocidos, entre 3 y 5 minutos. Cuela bien.
Añade los jitomates, tomatillos, ajo y orégano a la licuadora. Según tu gusto y tolerancia a lo picante, añade un chile serrano o más y un chile de árbol o más, con o sin semillas. Licúa hasta que quede una mezcla homogénea.
Prueba y añade más chiles y/o semillas al gusto. Recuerda que la salsa sabe más picante mientras más caliente esté y si la pruebas sola. Sabrá menos picosa cuando esté a temperatura ambiente y la sirvas con la comida. Añade sal al gusto.
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Notes
Tomatillos: Los tomatillos son los tomates verdes pequeños y que traen todavía su cáscara. Los más pequeños (se muestran arriba, en la foto), también llamados “tomatillo milpero”, tienen un sabor más concentrado y son menos ácidos que los de tamaño normal. ¡Si los puedes conseguir, usa ésos! Al quitarles la cáscara pueden sentirse pegajosos. Sólo enjuágalos antes de usarlos.
Chile serrano: Puedes usar jalapeño en su lugar, si prefieres una salsa menos picante.
Chile de árbol: En algunas regiones se les conoce como “pico de pájaro” o “cola de rata”. El chile de árbol suele venderse seco y añade mucho picor. Si no estás acostumbrado/a a tanto picante, quítale las semillas. Guarda en la alacena, en un lugar seco y oscuro.
Orégano mexicano vs. orégano mediterráneo: El orégano mexicano se caracteriza por un sabor cítrico, mientras que el mediterráneo (griego, italiano o turco) puede ser dulce o similar a la pimienta, dependiendo de la variedad. No son intercambiables en esta receta. Si no encuentras orégano mexicano, no uses orégano.
Porciones: Esta receta rinde 4 tazas de salsa, unas 8 porciones de ½ taza.
Almacenamiento: Puedes refrigerarla en un recipiente cerrado por hasta 4 días.
Para congelar: Esta receta es ideal para congelar, especialmente si quieres hacer una mayor cantidad. Deja que se enfríe y divídela en frascos de vidrio, dejando siempre un espacio de unos 3 cm entre la salsa y la tapa. Etiqueta con nombre y fecha y congela. Para usar, descongélala la noche anterior en el refrigerador.
Qué tanto quieres que pique: La salsa pica más mientras más caliente esté y si la pruebas sola. Picará menos a temperatura ambiente y cuando la pruebes con la comida. Yo recomiendo que hiervas varios chiles y si quieres ser precavido/a, añadas uno por uno a la licuadora, probando cada vez para llegar al punto exacto de picor.